“Hoy en día las exigencias de rentabilidad imponen la liquidación de los derechos porque son cada vez más incompatibles con las exigencias rentabilidad”
El Centro Cultural La Corrala de Madrid, recibió a más de cien personas, entre estudiantes de diversos puntos de España, profesores, organizadores y oyentes en las II Jornadas de “Otra Economía Está en Marcha” que se desarrollaron en Madrid el 12 y 13 de diciembre de 2014, organizadas por Economistas sin Fronteras y la Plataforma 2015 y más.
Xabier Arrizabalo, economista y Profesor Titular de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Complutense de Madrid, protagonizó una ponencia que versaba en torno a la pregunta ¿Son posibles otras políticas económicas?
La intervención de Xabier Arrizabalo, partía de dos preámbulos. Uno de ellos en el contexto donde se constata la creciente distancia entre las posibilidades materiales que ha alcanzado la humanidad tras el desarrollo científico y técnico y como las condiciones de vida de la población se están deteriorando. El otro, en el marco de sociedad clasista, en la oposición entre la clase capitalista y la asalariada, que se reproduce de la sociedad en la que vivimos.Sin dar margen para la antigüedad, Xabier Arrizabalo se sitúa en la posición de la clase trabajadora, acercándonos el método de análisis Marxista.
Son sobre estas premisas, la caracterización del mundo actual, viene marcada por una mayor distancia entre las posibilidades materiales de la humanidad y las condiciones de vida de la inmensa mayoría de la población mundial. En esta búsqueda están estas jornadas para acercarse a políticas económicas que se centren en valores como el bien común, la participación entre las personas y la lucha contra la desigualdad
Así, Xabier nos apuntaba como el proceso de deterioro de los salarios se ha concentrado entre los años 1993 y 2006, desde la institucionalización de la UE con el tratado de Mastrick, pasando (según EUROSTAT) el peso de los salarios de1978 a 2013 de un 67, 5% a un 51% de sobre PIB.
Podemos simplificar, la economía capitalista en la relación de explotación, entre capitalistas y trabajadores de la que resulta un excedente que toma la forma de plusvalía y la relación de pugna entre capitales para apropiarse como ganancia individual de esa plusvalía. Inevitablemente nos dice Xabier, la economía capitalista será crecientemente contradictoria.
Tras los preámbulos iniciales y los marcos conceptuales en los que nos movemos, llegamos a las mal llamadas políticas de austeridad, que no son más que políticas severas con el gasto político social, profundamente anti-austeras y derrochadoras en relación con la transferencia al capital privado. En referencia a las políticas aplicadas, la llamada política de austeridad es falaz, no hay tal austeridad sino una política marcadamente de clase, es un ejercicio puramente propagandístico el de calificarlas de austeridad, las calificaría como políticas criminales, afirma Arrizabalo.
Fue una charla comprometida y viva, destapando algunos tabúes sobre los orígenes y objetivos de las políticas de ajustes, que nos ayudaron a romper dogmas sobre el capitalismo, no podemos depositar ninguna ilusión en un supuesto capitalismo con rostro humano, capitalismo civilizado, capitalismo bueno, aseguraba Xabier. Hoy en día las exigencias de rentabilidad imponen la liquidación de los derechos porque son cada vez más incompatibles con las exigencias rentabilidad. Si lo que hacemos es defender las condiciones de vida del conjunto de la población, entonces inevitablemente vamos a orientarnos a un escenario de ruptura.
Aunque sin una bola para adivinar el futuro en Europa, la llamada Troika (Comisión Europea, Banco Central, FMI) es el caballo de Troya para que el FMI tutele de manera directa la política económica en los países europeos. Desde la continuidad que viene desde los mismos orígenes del proceso de integración, en busca de una determinada modalidad de reconstrucción europea.En Europa el instrumento para liquidar los avances es el proceso de integración europeo, que saca del debate democrático cuestiones y que bajo la cuartada de supuestas decisiones técnicas lo que hace es imbuir políticas de retroceso.
Finalmente cerró su intervención con una visión entre maximalismo y el pesimismo en el que los derechos democráticos elementales, como la sanidad y la enseñanza deben de plantearse incondicionalmente. En este reto, no solo basta el instinto de supervivencia de la clase trabajadora sino también se necesita organización para abrir una salida en positivo. Es el camino que toca recorrer en el futuro en busca de sistema económico con políticas económicas coherentes con el desarrollo, que respondan a nuevas formas de entender la economía, pero también la vida digna y sostenible.
Así terminó esta conferencia con un enfoque crítico, que completaba a todas las anteriores y que ponía el broche final a estas jornadas que sirvieron como espacio de debate, encuentro y canal hacia modelos alternativos al actual, hacia otra economía que está en marcha.