El pasado sábado 18 de noviembre, junto con mis compañeros, nos desplazamos hasta Madrid para exponer el proyecto que estamos poniendo en marcha (“Ecopubli Fecem”) desde la Facultad de Economía y Empresa, de Zaragoza y concretamente, bajo la asignatura de Dirección de Entidades de Economía Social. De esta manera, concluíamos el encuentro del proyecto “Ponte en marcha por otra Economía: La Economía Social y Solidaria” de la mano de “Economistas sin Fronteras” y sin olvidarnos de la entidad “Movimiento por la Paz”.
En primer lugar, destacar que desde el grupo de trabajo, “Ecopubli Fecem”, se centra en la difusión y el conocimiento de las diferentes asociaciones de Aragón, entre los jóvenes de la comunidad. Así como, ayudar a mejorar la imagen social corporativa de las empresas privadas.
En Madrid, tuvimos la oportunidad de reunirnos con jóvenes de diferentes puntos de España. Pero, con un objetivo en común: fomentar la Economía Social y Solidaria. Después de exponer y debatir las diferentes ideas, realizamos una visita a “La Traviesa”, una red de cooperativas y entidades que luchan por la Economía Solidaria. Ésta persigue algunos objetivos como por ejemplo: democratizar la Economía, construir relaciones laborales más equitativas y participativas, avanzar en la construcción de una perspectiva de género y sobretodo, Integrar a las personas excluidas laboralmente. Asimismo, descubrimos aspectos económicos que todavía no habíamos aprendido. Ejemplo de ello, la existencia de una moneda en el mercado social denominada el “Reboniato”.
Y por último, disfrutamos de una comida en el restaurante “El Fogón Verde”, en pleno corazón del barrio de las letras: un fogón del que se prende una llama verde. Un espacio donde se puede sentir el calor de manera consciente y transformadora desde que entras hasta que sales. Espectacular comida, tanto porque es sana como por el sabor. Y sobre todo, respetuosa con el planeta. Todos los platos empiezan en las huertas de diferentes puntos de España, con el fin de mantener el mundo rural vivo.
Una experiencia para repetir, en la que pudimos aprender y conocer parte de los diferentes rincones con encanto que esconde Madrid.