20 abril, 2021
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«Otras formas de medir (y entender) el ‘desarrollo'», nuestro último monográfico de Dossieres EsF

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El nuevo monográfico de los Dossieres EsF, correspondiente a Primavera 2021, nos invita a reflexionar sobre otras formas de medir y enten­der el «desarrollo», refiriéndonos a este, en términos amplios, como una economía y unas políticas que nos permitan vivir una vida buena.

El dossier aporta argumentos sobre la necesidad de superar el pa­radigma económico actual basado en el crecimiento económico ilimitado, y cuestiona la hegemonía del PIB como guía de las políticas públicas,  proponiendo indicadores alternativos, ya que «hablar de indicadores es hablar también de hacia dónde nos dirigimos y de cómo llegar hasta allí». Para ello, se ha reunido a una serie de prestigiosas académicas y académicos, tanto nacionales como extranjeros, que nos ofrecen sus perspectivas para repensar nuestros sistemas de medición.

Descargar Dossieres EsF nº 41: «Otras formas de medir (y entender) el «desarrollo»»

El número ha sido coordinado por nuestra compañera Mª Luisa Gil Payno. Reproducimos a continuación su presentación del dossier.

PRESENTACIÓN: Otras formas de medir (y entender) el «desarrollo

M.ª Luisa Gil Payno (Economistas sin Fronteras y Coordinadora de Organizaciones para el Desarrollo)

Hace décadas que desde el mundo académico y numerosos espacios de la sociedad civil se cuestiona el protagonismo del PIB como indicador de referencia para medir el «éxito» de los países y la validez de sus políticas públicas.

La propia realidad se impone y nos muestra constan­temente, y con creciente intensidad, lo inadecuado que es este indicador para guiar nuestras aspiraciones y orientar nuestras políticas públicas. Así lo reflejan las múltiples crisis multidimensionales (ecológica, sanitaria, de cuidados, de desigualdad, de derechos humanos, democrática, etc.) y la agudización de numerosos problemas cuyo origen está íntimamente relacionado con un sistema económico que persigue a toda costa el crecimiento económico medido a tra­vés del incremento del PIB.

Repensar nuestros sistemas de medición es impor­tante, pues hablar de indicadores es hablar también de hacia dónde nos dirigimos y de cómo llegar hasta allí. Como sostienen Stiglitz et al (1), «aquello que me­dimos conforma los objetivos que nos marcamos colectivamente» y «afecta a lo que hacemos, y si nuestras mediciones son erróneas, nuestras decisiones pueden verse distorsionadas».

Así, la hegemonía del PIB es reflejo de que el creci­miento económico es el objetivo prioritario de nuestras sociedades y economías y lo que determina en gran medida las principales decisiones políticas. Frente a esto, cobran especial relevancia y urgencia pre­guntas como las que nos plantea Julia Steinberger en el primero de los artículos del dossier, ¿de qué de­pendemos?, ¿qué es lo que nos hace bien, lo que nos permite vivir una vida buena y saludable?, es de­cir, ¿qué economía necesitamos para, como defiende la economía feminista, tener vidas que merezcan la alegría de ser vividas?

En este marco de referencia, el dossier nos invita a reflexionar sobre otras formas de medir y enten­der el «desarrollo». Un término controvertido y en disputa que entrecomillamos por sus connotacio­nes economicistas y occidentalocéntricas (2) y que, pese a todo, utilizamos, por falta de una alternativa más apropiada, para referirnos, en términos amplios, a una economía y unas políticas que nos permitan vivir una vida buena.

Con este objetivo, el dossier combina artículos en los que se reflexiona sobre la necesidad de superar el pa­radigma económico actual, basado en el crecimiento económico ilimitado, y se cuestiona la hegemonía del PIB como guía de las políticas públicas con otros en los que se proponen indicadores alternativos.

Así, en el primer artículo del dossier, Julia Stein­berger nos ofrece un curso acelerado sobre pandeconomía, la economía que necesitamos en tiem­pos de pandemia, un tipo de economía que, según la autora, también es aplicable para luchar contra la crisis climática. La autora argumenta que el papel central que el crecimiento económico ocupa en nues­tras economías nos impide actuar contra la pandemia y contra el cambio climático. Esto es debido a que el crecimiento se ha convertido en la principal meta política de los gobiernos, lo que ha ralentizado y li­mitado las acciones necesarias para proteger nuestras sociedades frente a la COVID-19; a la dependencia estructural de nuestras economías del crecimiento económico, hasta el punto de vivir en auténticas creci­mientocracias en las que las medidas necesarias para salvar vidas se ven obstaculizadas por la acumula­ción de beneficios (el crecimiento como gobernanza); y a que esta obsesión por el crecimiento nos distrae y oculta políticas e iniciativas alternativas que no sólo son posibles, sino que son esenciales. Frente a esto, la autora nos invita a rebelarnos: a cuestionar esa atención que se presta al crecimiento y a pedir cuentas a nuestros gobiernos; a apoyar iniciativas que se aparten del crecimiento económico extrac­tivo para beneficio privado; a rechazar que nos sigan distrayendo con el crecimiento; a insistir en cambiar nuestros sistemas económicos.

En el segundo artículo, Margarita Mediavilla re­flexiona, a partir de la dinámica de sistemas, sobre cómo construir una economía que no necesite cre­cer. A partir de una serie de sugerentes diagramas que representan diferentes arquetipos de la dinámica de sistemas, la autora analiza el proceso económico y nos muestra diferentes facetas del funcionamiento de la economía que conducen a un crecimiento econó­mico constante y generan presiones sobre la biosfera. Asimismo, nos propone como alternativa lo que deno­mina la economía foro de negociación, una economía basada en negociación entre actores iguales que busca la equidad y el equilibrio de intereses y que no exige un crecimiento constante de la actividad económica.

A continuación, Juan A. Gimeno nos habla de la necesidad de medir más allá del PIB. Para el autor, una exigencia fundamental en la búsqueda de un fu­turo sostenible es construir índices alternativos al PIB para medir la evolución económica y el bienestar de los pueblos, pues una unidad de medida equivo­cada implica objetivos y prioridades desenfocadas. En el artículo, Gimeno realiza un repaso por las nu­merosas propuestas y alternativas de medición en las que se está trabajando y nos ofrece algunos apun­tes sobre cuáles son los elementos fundamentales que debería cumplir este nuevo indicador: solvencia analítica, mensurabilidad de los datos, relevancia po­lítica y utilidad para los usuarios. Sustituir el PIB (o complementado, según se sugiere) como indicador de progreso y de éxito de las políticas es un objetivo inaplazable para evitar que las políticas públicas con­tinúen buscando objetivos en la dirección equivocada.

Ahondando en el debate sobre la búsqueda de ob­jetivos socialmente deseables y medidas alternativas al PIB, Andrés-Fernando Herrera y Jorge Gu­tiérrez reflexionan sobre el concepto y la medición del desarrollo humano sostenible, una síntesis del desa­rrollo humano y el desarrollo sostenible, actualmente en construcción y disputa, que permitiría abordar de forma simultánea los retos socioeconómicos y ecológicos. Según los autores, la falta de un marco teórico claramente definido y consensuado hace difícil la construcción de un indicador. Aun así, nos pro­ponen algunos elementos de interés que deberían ser tomados en consideración a la hora de diseñar un Índice de Desarrollo Humano (IDH) ajustado por la sostenibilidad

Precisamente, en el siguiente artículo Jason Hickel nos propone un índice alternativo que trata de su­perar las limitaciones ecológicas del IDH: el Índice de Desarrollo Sostenible (IDS). El IDS es un indi­cador de sostenibilidad fuerte que mide la eficiencia ecológica de los países en la consecución del desa­rrollo humano. Este indicador desafía las narrativas dominantes del desarrollo introduciendo indicadores ecológicos que reflejan los efectos negativos de los excesos de extracción, consumo y acumulación de los países ricos y desplazándolos, así, de las primeras po­siciones que suelen ocupar en los rankings de la mayor parte de indicadores que tratan de medir el desarrollo. Otra de las fortalezas de este indicador es que ofrece recetas heterogéneas para el progreso, rompiendo con las convencionales trayectorias normativas uni­lineales y evidenciando los diferentes desafíos que los países afrontan en el mundo real.

En el siguiente artículo M.ª Luisa Gil Payno presenta otro índice alternativo: el Índice de Coherencia de Po­líticas para el Desarrollo Sostenible (ICPDS). En este caso, el índice propuesto, además de tomar en con­sideración el desarrollo humano y la sostenibilidad ambiental, incluye indicadores que miden el compro­miso de los países con los derechos humanos y con una perspectiva feminista. El ICPDS evalúa, así, en qué medida los países cuentan con políticas públicas co­herentes que priorizan la sostenibilidad de la vida, los derechos humanos y una mirada cosmopolita. Esta herramienta tiene como objetivo proporcionar una forma más comprehensiva y compleja de obser­var, analizar y comprender el mundo y las políticas públicas, y llamar la atención sobre los principales conflictos, tensiones y trade-offs que existen entre las políticas públicas y las diferentes dimensiones del desarrollo sostenible.

El dossier se cierra con la sección «El libro reco­mendado», en la que uno de nuestros colaboradores habituales, Pablo Martínez Osés, realiza una recen­sión del último libro de Esteban Hernández, Así empieza todo, una obra que tiene como propósito ayudarnos a conocer mejor lo que nos está ocurriendo para ofrecer respuestas que nos permitan orientar la agencia de la acción humana y el sentido de las fuerzas sociales.

Finalmente, quería expresar mi agradecimiento a to­das las personas que generosamente han participado en el dossier.

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Notas:

  1. Stiglitz, J. E., Sen, A., & Fitoussi, J. P. (2013). Medir nues­tras vidas: las limitaciones del PIB como indicador de pro­greso: el informe de la comisión sobre la mediación de las actividades económicas y el progreso social. RBA.
  2. Satrústegui, K. U. (2009). Desarrollo, subdesarrollo, mal­desarrollo y postdesarrollo: una mirada transdisciplinar sobre el debate y sus implicaciones. CLAES

Esta publicación ha sido realizada con el apoyo financiero de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID), con cargo al proyecto «Laboratorio de Economía y ODS: localizando la Agenda 2030 desde la Universidad (2019/PRYC/000143)». El contenido de dicha publicación es responsabilidad exclusiva de sus autores y no refleja necesariamente la opinión de la AECID.

 

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