En esta sección publicaremos una serie de posts realizadas por las asistentes a las jornadas donde comparten con nosotras sus sensaciones, reflexiones, aprendizajes…
Empezamos esta sección con el post de Mar Correa de Sevilla
Doblo la esquina y me encuentro con Mario y con Coral, que junto con Freest, Laura, Eva y Luisi (y más personas, que como no veo, no nombro ;) están cuidando de que este IV encuentro de Otra Economía está en Marcha salga adelante.
Eduardo Gudynas está listo para su taller: Zombis, vampiros y otras creaciones del desarrollo.
¡Que buen taller! ¡Y el año que viene el taller será con Pablo Martínez Osés! Oh yeah!!
Pablo, no te libras, ¡lo hemos escuchado todas!
Gudynas nos da mucho y se despide con una pregunta: ¿Desarrollos alternativos o alternativas al desarrollo?.
Si un hombre como él, capaz de salir indemne de unir con gran solvencia a los economistas clásicos con imágenes de zombis y vampiros, portara la voz de las contribuciones que los feminismos han hecho para que el mundo sea un lugar mejor, entonces… entonces… ¿entonces?
No lo se, no tengo respuesta. En los días de mi vida aun no he visto nada semejante.
No pienso darme por vencida.
Amanece el sábado, retomamos a las 11:30. ¡A las 11:30!¡Así sí! ¡¡¡Eso si que es aprender de la experiencia y poner horarios conciliadores!!!
A la hora de comer me acerco a ver a Bea. Bea trabaja en el puesto de flores del Mercado de Anton Martin, cuando nos conocimos trabajaba en una Ong, entonces llegó el 2007 y aprendimos palabras que hasta entonces nos eran ajenas y lejanas, como expedientes de regulación de empleo…
Bea está preocupada porque quiere vender flores que no vengan de tan lejos y que crezcan libres de fertilizantes y por eso está creando alternativas.
Pero lo que de verdad la tiene preocupada es que desde hace unos años tiene la responsabilidad de cuidar a una persona que está enferma… y entonces vuelve a nombrar palabras de esas que el 2007 nos dejó debajo de la almohada : ley de dependencia, cuidados….
Con sus flores, con los cuidados que da, con los que no alcanza a recibir, Bea es para mi la encarnación de la ecodependencia y de la interdependencia de la que nos habló Carmen Castro esa misma mañana.
Bea y yo nos despedimos sin haber sido capaces de resolver el misterio de que nuestros cuerpos vulnerables consigan sobrevivir atrapados como están en la guerra que el capital le ha declarado a la vida. Por eso, cuando Laura de la Villa dice que la economía ortodoxa ha analizado la vida en un asteroide y no en la tierra, yo, no lo puedo evitar, me acuerdo otra vez de Bea.
La última mesa trata de que está pasando en las facultades de economía.
Mi cuerpo vulnerable se siente de pronto cansado, y por ahí me entra el gusano de la duda: no soy economista, hace infinito que acabé la carrera…
¿y si me voy?
Total, yo ya pinto poco aquí.
Será por la curiosidad, será por el cansancio que relentiza la toma de decisiones, será por mi sentido de la responsabilidad, al final me quedo.
Y me deja fascinada lo que escucho a Ricardo Molero en defensa de una economía política: que hace sitio a los valores cualitativos, que se relaciona con las otras disciplinas, que reconoce públicamente que tal vez su obsesión de presentarse como una ciencia (esa religión que no tiene ateos) no le está sentando bien.
Despide las jornadas Mercedes de Luis, mostrando alternativas, realidades en acción. Cosas que están pasando, que han pasado, que seguirán pasando. Lugares en los que involucrarnos y/o a los que volver cuando se nos tambalee la fe sobre si es real que otra economía está en marcha.
Y con todo esto, claro, normal que salga de las jornadas con este alijo de antídotos en los bolsillos:
Empezar por revisar lo que creemos como cierto, como inamovible, para darnos cuenta de que nuestras certezas pueden no ser tan ciertas como creíamos.
Practicar de verdad la libertad de pensamiento ¡Gudynas es un maestro provocando esto!. Pablo Martinez Oses nos lo recuerda con su insistencia sobre “lo que es pensable (debatible, escribible)”, toda una invitación para que nos atrevamos por fin a pensar lo impensable.
Mirar desde puntos de vista diferentes. Asumámoslo, la lógica capitalista se ha convertido en nuestro sentido común y hay cosas que ya no sabemos pensarlas de otra manera. Es más, pareciera que siempre han formado parte del orden natural de las cosas.
Peor aun (¿peor?), creemos que tenemos lo que necesitamos para hacer frente a lo que nos amenaza y atenaza. Ej: creer que con las elecciones, la transparencia, la rendición de cuentas que le exigimos a los gobiernos, estamos haciéndole frente al Poder (es como usar una ristra de ajos para protegernos de los zombis ;).Va por ti, Gudynas!)
Poner un poco (o mucho), de orden en las lentes con las que hemos elegido mirar el mundo. A nuestro kapital sentido común se le suma este sentimiento de estar siempre al inicio, al principio. Quizás esto se pueda resolver si prestamos atención a lo que ya estaba antes de que llegásemos…en la antigua Roma había cosas que no podían ser de nadie (no podían tener dueña o dueño…¿te imaginas?) porque eran de todas.
“El poder ya no lo tienen los estados, lo tienen las empresas, que además se están convirtiendo en monopolios” (Lenin, 1917) por citar a un contemporáneo ;).
Una vez liberadas de la carga (o la alegría ;)) de ser pioneras de lo que ya está inventado, creemos nuevos caminos, ahora sí, pensados desde otros lugares diferentes a los habituales (¡atrevámonos con lo innombrable, con lo impensable!!). No tengamos reparo en aprovechar lo que ya tenemos a mano. ¿a ver si cooptar va a ser privilegio exclusivo del Kapital? (¿he dicho, quizás, algo no pensable? ;).
Nada de esto tiene el por qué ser complejo, arduo, puro sacrificio.
Basta con que sea ingenioso, como cuando a la filósofa Alicia García le basta con una rayita para explicar la diferencia entre el poder sobre y el poder con.
Coacción vs co-acción.
Normal que el Plan Bolonia quiera deshacerse de la filosofía.
Es un arte*facto peligroso.
Fijarnos en las que estamos.
Fiarnos de que llegarán refuerzos y reemplazos. (Lo de los maquiavélicos planes del Plan Bolonia me lo ha confirmado Marcos mientras comíamos un bocadillo. Marcos está recién empezando la carrera de economía y a mi me parece la dignidad encarnada en un hombre joven).
Confiar. (si tengo que darte razones para confiar…¡entonces no es confiar! ;)
Una vez puesto en orden el desván de nuestra memoria, es necesario profundizar, ir hacia abajo. Saliendo desde la mente, todo recto, hacia abajo, está el corazón. No tiene pérdida.
Ya está bien de tenerle miedo al corazón.
Y así hasta el infinito, y más allá.