Sin duda, fue la experiencia más enriquecedora que he tenido hasta el momento. Cabe decir, que tan sólo llevaba apenas tres semanas (tres reuniones) colaborando con Economistas Sin Fronteras (EsF) de Andalucía, cuando me vi inmerso en estas jornadas.
Mi agradecimiento a EsF de poder formar parte de este cambio de paradigmas en el ámbito económico, y por ende, en el social. Como bien explicaba el primer ponente de las jornadas, Stefano Prato, yo también era de los que él definía como “economistas renegados”. Aquellos que comprendemos cómo funciona el sistema económico, imperante globalmente en la actualidad, y renegamos de seguirlo porque sabemos que no funciona, que es injusto y que es insostenible en el tiempo.
Como antes decía, llevaba muy poco tiempo en la organización antes de las jornadas de ‘Otra Economía Está En Marcha’. Aún no había entablado muchas conversaciones con mis compañeros y asentado confianza y naturalidad con ellos. Pero desde la primera reunión a la que asistí de EsF, se empezó a hablar de la agenda 2030 y de los Objetivos para el Desarrollo Sostenible (ODS), que iban a sustituir los anteriores Objetivos para el Desarrollo del Milenio (ODM). Temática principal de las Jornadas de Madrid. No era conocedor de este plan de la ONU por construir un mundo mejor. La idea naturalmente me encantó, y pese a no haber leído los textos que se mandaron para debatir en esa primera reunión en la que yo como voluntario asistí, intervine y pude dar aportaciones de mis pocos conocimientos generales que mi curiosidad e inquietud me habían llevado a descubrir. Esa misma semana, ya eché la solicitud de inscripción para las Jornadas. No conocía a la gente, no sabía exactamente que iba hacer en Madrid además de escuchar geniales conferencias sobre otra economía heterodoxa, ni siquiera había estado antes en Madrid, pero todos esos pequeños inconvenientes me daban igual. Sólo pensaba en ir, en aprender, y en hablar y conocer a más ”economistas renegados”.
A diferencia de la mayoría de mis compañeros, que han terminado sus respectivas carreras y están haciendo ahora másters, o están en sus últimos años, o ya incluso trabajando, yo aún estoy en segundo de la carrera. Se me está haciendo un poco cuesta arriba por la obligatoriedad de tener que estudiar modelos económico-matemáticos y técnicos, que se sabe que no funcionan para el desarrollo de la mayoría de la población. Es decir, me frustra estudiar el sistema capitalista neoliberal como dogma inquebrantable. Esta es sin duda, la mayor razón por la que me hice voluntario de EsF y sin pensármelo quise ir a las Jornadas de Madrid. Con toda esa ilusión y ganas por aprender nuevas visiones de la economía, salí para el encuentro en la capital.
Viernes 8 de abril, el día de las jornadas ya ha llegado. En torno a las 12.00 del mediodía me iban a recoger en coche los compañeros de EsF de Andalucía, desde la estación de autobuses de Granada, para ir a Madrid. Era un viaje largo y en coche, para estos casos siempre suelo llenar mi móvil de música para que se me haga más ameno un monótono viaje de carretera. Mi grata sorpresa fue que no me hizo falta escuchar música para que un largo viaje se me hiciera pasajero. Mis compañeros eran geniales, y esto es lo que más me ha gustado de las jornadas. No mis compañeros en sí de Andalucía, sino también los de Madrid, los del País Vasco y los de Málaga. Y no solo voluntarios de EsF, los estudiantes y mentes inquietas que se acercaron al evento. Me pareció genial este encuentro y puesta en común de nuestras perspectivas, todas ellas bajo la misma causa, la de conseguir una economía justa, solidaria y sostenible. Cierto es que aprendí muchísimo con los conferenciantes que asistieron a las jornadas, pero por temas obvios del formato y tiempo del acto, con ellos no se podía tener una larga tertulia de debate. Con mis compañeros y demás voluntarios sí.
Al cabo de un par de horas y una parada para almorzar, llegamos al fin a Madrid. Tuvimos la suerte de no tener que aparcar en el centro de Madrid, tan solo nos dejaron frente a la estación de Atocha y desde allí fuimos al complejo de Medialab, donde tendrían lugar las Jornadas. A las 17.00, asistíamos a una reunión para los voluntarios y estudiantes que habían solicitado créditos de libre configuración para sus respectivos grados universitarios o beca de transporte y alojamiento. Dándonos las instrucciones y recordándonos las tareas participativas que tendríamos que llevar a cabo. Esto también me encantó, ser de forma activa parte de que aquellas jornadas y no solo meros espectadores.
Una hora más tarde daban comienzo las Jornadas ‘Otra Economía Está En Marcha’. El primer ponente era Stefano Prato, un “economista renegado” director de la Society for International Development (SID), que trató de reflexionar sobre economía y desarrollo. Entrando de lleno en la principal meta de los ODS. ¿Qué desarrollo estábamos llevando a cabo? ¿Realmente servía? Yo mismo, en el turno de preguntas, le cuestioné qué indicadores deberíamos tomar para tener en cuenta el desarrollo real de un Estado, ya que, como él mismo dijo en su ponencia, el PIB y demás indicadores aritméticos resultaban inexactos a la hora de describir el crecimiento de un país. Puso en duda como se llevan las actuales medidas de desarrollo con los países que están creciendo, y es que, en cierta manera les están haciendo ser dependientes de los países que les prestan la ayuda. Esto es debido a la cada vez mayor fuerte influencia de las empresas transnacionales (ETS) en las relaciones entre Estados. Sin un posible negocio rentable en el horizonte, los países no cooperan con otros. De tal forma, Prato quiso eludir el término ‘pobreza’, por otro más real de las circunstancias que llevan a ello, ‘desigualdad’. Puso de manifiesto, que no debemos tan sólo aprender y conocer cómo funciona el sistema. Que tal vez ello nos haga más poseedores de la verdad, pero que si no actuamos por subvertir la situación actual del mundo, nos arrepentiremos. Que debemos actuar y hacer frente a esa cultura del miedo que nos paraliza, que nos hace conformarnos con lo que tenemos por miedo a perderlo. Pese a que ya hayamos perdido derechos, estamos asustados con perder los que aún mantenemos en lugar de reclamar los que antes teníamos o debiéramos tener. Concluyó con que todos los gobiernos deberían actuar en base a la carta de los Derechos Humanos, esto terminaría con la desigualdad y el miedo.
Tras una intensa conferencia de hora y media, muy completa, llegaron para amenizar y finalizar la sesión de las jornadas de ese día Los Econoplastas. Nos narraron el famoso cuento de la lechera pero haciendo una alegoría con el sistema económico actual. Bajo mi punto de vista, veo genial esta iniciativa divulgativa que ayuda al público nobel a concienciarse de lo que supone el modelo económico neoliberal.
Con el fin de las jornadas por ese día, daban comienzo las jornadas extraoficiales con todos los compañeros de EsF. En primer lugar conocer a nuestros anfitriones, en caso de los voluntarios de Andalucía, que nos acogerían ese finde en sus casas. Ya por este acto deberían ser unas personas geniales, y no me equivoqué. De hecho, me llevo una gran amiga de Madrid de la que he podido aprender también mucho con las, antes mencionadas, tertulias entre voluntarios.
Hechas las presentaciones y tras haber dejado los bolsos en casa de los anfitriones, nos encontramos con el resto de los voluntarios en un bar cercano de donde se llevaban a cabo las jornadas. Nos habían reservado un espacio para EsF, en el que mientras cenábamos pudimos hablar e intercambiar impresiones sobre la jornada con los demás participantes. Después, continuamos un par de horas más en otro bar, conociéndonos entre todos, hablando, debatiendo, aportándonos unos a otros. Como decía antes, esta parte extraoficial de las Jornadas, fue a la que le sacamos mayor provecho.
9 de abril, ya es el segundo día de las jornadas y las conferencias empezaban, desde las 10 de la mañana, con la primera ponencia sobre “Poder en el mundo”. Itziar Ruiz-Giménez, nos hablaría de las relaciones de poder existentes en el mundo. Destacó como el desarrollo y crecimiento de éste, gira en torno a la, figura o visión, del hombre blanco anglosajón, que mantiene un sistema hetereopatriarcal. Así es como está constituida la élite mundial actualmente. Y este etnocentrismo, de los territorios que poseen esta cultura, hace legitimarse de cualquier acción en el mundo, por el bien de sus propios Estados y nada más.
Con la siguiente ponencia, “Empresas Transnacionales en la construcción de la Agenda 2030”, José Medinas Mateos, el segundo conferenciante, nos hablaría de la hegemonía que poseen las ETS en el mundo desde hace 30 años y la importancia que tendrán en esta nueva Agenda para los ODS. La ciudadanía, no puede quedarse inmóvil ante este hecho.
La tercera ponencia de la mañana era llevada por Ignacio Martínez Martínez profesor de la Universidad del País Vasco. Hizo una conclusión que en un principio me entristeció, pero al instante me animó por lo que verdaderamente significaba. Le fue difícil contradecir a Eduardo Galeano, pero por desgracia, como bien dijo Ignacio; “Mucha gente pequeña, haciendo cosas pequeñas, no consiguen grandes consecuencias”. No podemos esperar otros 15 años para ver si la Agenda 2030 se está cumpliendo. Está Agenda puede ser un riesgo de implantar un ‘capitalismo verde’ si no se actúa desde la sociedad civil presionando por el cumplimiento de los ODS.
La última conferencia que cerraba esta mesa redonda antes del primer descanso era de Víctor Alonso Rocafort sobre “La persistente crisis de la democracia”. Cierto es, que no existe en el mundo ninguna democracia real y participativa de todos los ciudadanos de un Estado. Mencionó la “ley de hierro de la oligarquía” de Robert Michels. Como en última instancia, sea un régimen dictatorial o democrático, es una oligarquía quien manda sobre el resto de la población. Y para nuestra desgracia, esa oligarquía imperante en el mundo actual, es una pequeña elite financiera y empresarial. Esta visión de las sociedades actuales me recordó a la que tiene Gramsci de ellas. Gramsci también explica esta ley hegemónica de las oligarquías.
Luego de una breve pausa, continuamos con una ponencia sobre economía ecológica por Oscar Carpintero, profesor de la Universidad de Valladolid. Se podría resumir su intervención con la siguiente síntesis que expresó sobre el sistema actual: “Si el capitalismo crece, esto implica desastre ecológico, y si no crece, implica desastre social”. Nos hablaba entonces, como de mala forma, el bienestar de la población está supeditado al progreso, pero no un progreso y desarrollo sostenible. Más bien todo lo contrario. La conferencia continuó explicando la necesidad de llevar a cabo otros métodos que nos guíen en confluencia con la naturaleza, para un bienestar de todo el planeta por el bien todos los residentes en él.
Por desgracia, la siguiente conferenciante no pudo asistir al encuentro. La verdad es que me desalentó un poco, ya que nos iba a hablar sobre un tema que apenas tiene visibilidad en la sociedad. “La economía feminista”. Fue tan repentina su falta, que por ello, no se pudo buscar a otra persona para su sustitución en el evento.
Continuamos pues, con la siguiente ponencia. Esta versaba sobre “La economía de los comunes”. Y fue llevada a cabo por María Eugenia Rodríguez Palop, profesora de la Universidad Carlos III de Madrid. Un apunte a destacar; era abogada y no economista. Y como ella misma expresó, fue un acierto por EsF de traer no solo a economistas al evento. Y es que la economía, no es algo enrevesado de comprender como así nos quieren hacer entender. Bajo mi punto de vista, y de quienes asistimos a las jornadas, podría resumirse en que se basa en la empatía, la solidaridad y el interés común de conseguir objetivos con los recursos que disponemos. Justamente con esta temática, se realizó la conferencia.
La jornada llego a su descanso para el almuerzo tras esa última intervención. Salimos a comer con los compañeros y a seguir hablando e intercambiando impresiones sobre lo que estábamos aprendiendo. El piso de mi anfitriona, donde me estaba quedando esos días, estaba tan cerca del lugar del evento, que me dio tiempo a comer e ir después a ducharme antes de volver a la recta final de las Jornadas, que comenzarían a las 16.00 de nuevo. La verdad, es que tuve suerte en ese sentido. Algunos de mis compañeros tenían que coger metro y autobús para ir de sus respectivos pisos al lugar del evento.
‘Otra Economía Está En Marcha’ estaba llegando a su fin, pero solo por este año. Comenzaba la sesión de tarde Carlos Sánchez Mato, concejal de economía y hacienda del Ayuntamiento de Madrid, con un diálogo entre Pablo Martínez Osés, especialista en cooperación internacional y desarrollo. Fue un diálogo sobre “Las interdependencias globales” de los agente económicos. Este mundo globalizado, es un arma de doble filo, ya que deriva en una excesiva dependencia de unas zonas a otras. Como resultado, se pierde autonomía y margen de maniobra para realizar acciones más proclives a un territorio en concreto. Asimismo, respondió a la necesidad de crear una banca pública de carácter internacional para evitar un agresivo endeudamiento con los bancos. Continúo hablándonos después de la deuda actual del Ayuntamiento de Madrid y las gestiones y experiencias que están teniendo. A menudo se ven limitados por el gobierno de la anterior legislatura ya que, tienen firmados por largos periodos, contrataciones públicas de los servicios del Ayuntamiento. Incidió entonces, en el modo de contrataciones públicas recriminando que no hubiera antes uno que se fijara más en los beneficios sociales para la población de la capital de Madrid, que en la relación coste-beneficio para el Ayuntamiento.
Tras un breve descanso, daría comienzo la última mesa redonda, en esta intervendría en primer lugar Erika González, investigadora en el Observatorio de Multinacionales en América Latina (OMAL). Nos habló de propuestas para frenar el atropello y exceso que, sin freno alguno, realizan las ETS en el mundo. En el turno de preguntas, le cuestioné sobre cómo se conseguiría un órgano supranacional capaz de multar y restringir las acciones de las empresas multinacionales. Y es que, ya existía la ONU, para en parte, dar coherencia a este mundo. Pero es irrisorio su casi nula capacidad represiva ante las injusticias del mundo. Su respuesta, como casi cualquier respuesta a tratar de subvertir este tipo de circunstancias contrarias a una convivencia sana en el planeta, fue la de la presión social. Y es que, debemos no ser zombies de una sociedad y sistema basado en la competitividad y en la lucha de todos contra todos. Eso no es convivencia, eso no es sano, y eso no es sostenible.
Continuó con la siguiente conferencia Iolanda Fresnillo, de la Plataforma Auditoría Ciudadana de la Deuda (PACD). Nos explicó la complejidad y dificultad que supone el modelo de endeudamiento para mantener un país, llegando al punto de perder la soberanía del mismo ante los acreedores, como ocurre en Grecia o en España con la modificación del art. 135 de la Constitución Española a espaldas de la población.
Por último y poniendo fin a las Jornadas, hablaría Ricardo García Zaldívar, miembro de ATTAC y de la Plataforma por la Justicia Fiscal. Puso de manifiesto, la frustrante existencia de los tan conocidos paraísos fiscales, llamados legalmente, “sociedades offshore”. Mencionó la actual filtración de los “Panama Papers”, y citó unas cuantas medidas como lucha a estos fraudes fiscales. Por ejemplo; la aplicación de una tasa a las transacciones internacionales de elevado volumen de dinero (Tasa Tobin), o una mayor progresividad en los impuestos nacionales.
Tras ello, daba fin las Jornadas de Madrid ‘Otra Economía Está En Marcha’. Unas jornadas intensas en las que todos aprendimos un poco más y los que no andaban metidos en materia de economía crítica, les sirvió para concienciarse y, por supuesto, aprender también.
Ya solo quedaba poner cierre a las jornadas extraoficiales con los demás compañeros de EsF. Y como bien explicaba antes, le dimos bastante provecho a ello. No fue una despedida de Madrid, fue un hasta pronto. Al menos en mi caso, espero volver antes de las Jornadas del año que viene, que sin duda no me las perderé y animo a todo el mundo a que tampoco lo haga.
Domingo 10 de abril, tocaba reunirse con los compañeros de EsF de Andalucía, antes de partir para Granada de vuelta. Fue genial, almorzar en el mercado social de San Fernando y después, por mera casualidad, toparnos con uno de los lugares más geniales del centro de Madrid. Un centro autogestionado cedido por el Ayuntamiento de lo que era antes la antigua Tabacalera. El ambiente y la filosofía de aquel lugar encajaba de lleno con lo escuchado en las conferencias de los días anteriores sobre economía social, solidaria y sostenible.
En definitiva, ha sido una gran experiencia; un gran acierto por Economista Sin Fronteras de realizar este encuentro para nutrirnos y aprender sobre una economía que pone el bienestar de las personas en el centro de cualquier decisión, y que es por desgracia, una economía que no se enseña en las aulas pese a que esta sea realmente la más viable y beneficiosa para la mayoría de la población. Una suerte haber encontrado esta organización de la que poder ser parte y sentirme útil. Vuelvo con ganas de aprender más, divulgar y concienciar a mi alrededor.
Por Cristian Gómez, universitario de Granada y voluntario de EsF-Granada