Finalizado el año 2010, en el que desde junio ocupamos nuestros cargos quienes formamos el nuevo equipo directivo para el que fuimos nombrados por la Asamblea General, desde nuestra responsabilidad, y a fin de desarrollar y seguir mejorando el posicionamiento de nuestra Organización en el conjunto del tercer sector, venimos trabajando con verdadero entusiasmo en el cumplimiento de esos objetivos.
Aunque la actual crisis económica sitúa a las administraciones públicas en posiciones reacias a colaborar con el progreso de los países empobrecidos, situación nunca conocida desde que en la década de los noventa las políticas neoliberales se tenían por las únicas válidas en la estructura económica de nuestras sociedades, y en la que surgen las ONGD, instalándose sólidamente en la sociedad civil con el concepto muy claro de la solidaridad, y convirtiéndose en puentes de enlace entre los desposeídos de poder y riqueza y los fuertes estados capitalistas occidentales, se hace necesario que sigamos con el compromiso que guió a los que pensando en los desfavorecidos del mundo tomaron la decisión de fundar Economistas sin Fronteras, con el exclusivo fin de intentar modificar las actuales estructuras económicas por otras más justas.
Y pese a que tristemente seguimos sin ver la luz al final del túnel de la injusticia en las estructuras de nuestra sociedad global, los que trabajamos en defensa de la dignidad de los seres humanos, como hacemos en nuestra organización, continuamos manteniendo la esperanza de que nuestro esfuerzo, como el de tantas otras instituciones, no quede anclado en el olvido.
Por tanto, aprovecho esta oportunidad de dirigirme a todos cuantos colaboran en nuestra ONGD, desde sus diferentes posiciones y responsabilidades, tanto al personal profesional, a los miembros del Patronato, así como a los socios y voluntarios en general, para expresarles mi más sincero agradecimiento por la gran labor que están llevando a cabo en su lucha contra la injusticia y las desigualdades sociales, así como por haber depositado su confianza en quienes tenemos el deber de pilotar el camino que nos conduzca a todos hacia los objetivos fijados por los fundadores. Y, en especial, a mis compañeros de Junta Directiva, sin cuyo compromiso y esfuerzo sería imposible que me pudiera conducir con un mínimo de acierto en mi personal cometido.
Alejandro Represa Presidente de Economistas sin Fronteras