Por Unai Gondra
A las 9 de la mañana de un sábado quizá el frío sople con más fuerza que en un día laboral, puede que las legañas sean más densas, y es posible que los músculos estén más agarrotados, pero el anterior sábado, día 18, nada de eso ocurrió. En Errenteria, Gipuzkoa, se respiraba otro ambiente. Las personas que se acercaron al Merkatuzar, pudieron ver mucha actividad humana desde muy temprano, gente cargando con tablas y llevando todo tipo de artículos de diferente índole, desde libros, hasta piezas de metal de considerable tamaño, pasando por verduras y delantales, si agudizaban el oído podían llegar a escuchar engranajes en funcionamiento: los engranajes de la Economía Social y Solidaria.
El equipo de Economistas sin Fronteras, cargando con el material que iba a ser expuesto, estábamos preparadas para una larga jornada; mucho optimismo, energía y la mejor compañía eran nuestro aliados. A las puertas de aquel espacio designado para este evento, las personas contenían la principal fuente de energía que se percibía. Era algo palpable y tangible. Cualquier asistente que se acercara a este punto podía sumergirse en su magia y adivinar desde el primer minuto que las conexiones humanas tejidas en ese entorno eran el producto principal de aquel acto.
La V. feria del mercado social tuvo lugar entre las 11 de la mañana y las 8 de la tarde del sábado y se componía principalmente de cuatro espacios: Un txikigune , con ludoteca y talleres educativos para los más pequeños, comandado por Xomorro; una txosna, para todo aquel que quisiese saciar su hambre y su sed con productos ecológicos y locales, con Lakari, Artxara y LaboreOarso; dos salas para talleres, con la finalidad de tejer redes en distintos ámbito de la Economía Social y Solidaria entre diferentes actores y actrices, como pudo ser la generación de estructuras mutualistas, educación en finanzas éticas, generación de energía renovable, emprendimiento desde la ESS, economía feminista, etc.; y finalmente la feria en sí misma, organizada por stands con el propósito de exponer los distintos productos y servicios de cada uno de las y los oferentes.
La feria, con los dos últimos espacios mencionados, no sólo tenía la función de lente por la que ver la realidad desde otra perspectiva, con productos y servicios que acompañan a una vida respetándola: alimentación, telecomunicaciones, energía, finanzas, consultoría, servicios de limpieza, productos audiovisuales, consumo responsable, … sino que hizo a su vez, gracias a los talleres, de puente entre diferentes agentes de la ESS para establecer uniones colaborativas en los diferentes aspectos, unas más desarrolladas que otras. La ESS es precisamente eso, una especie de tela de araña elaborada a partir de las conexiones humanas para llegar a más gente y ocupar diferentes sectores, avanzando siempre hacia una economía al servicio de las personas.Poder establecer puntos de unión dentro de un sector o de manera multisectorial es una manera de avanzar en la alternativa.
La jornada transcurrió de una manera tranquila pero enérgica al mismo tiempo. Muchos de los y las asistentes se acercaban a nuestro stand, el de Economistas sin Fronteras, en busca de alguna información, bien sobre nuestros itinerarios de emprendimiento social y solidario, bien sobre nuestro trabajo en educación para la transformación social y sensibilización sobre la construcción de una Economía más Justa. Algunos conocían de manera admirable el funcionamiento de la ESS y para otros sin embargo era totalmente desconocida, todas las formas tenían cabida.
Lo importante de esta feria a fin de cuentas, no son los productos, ni los servicios que se podía ofrecer en los diferentes stands, que forma parte del cuerpo de la ESS, tampoco las personas allí apostadas explicando la ESS y tejiendo redes; sino el fruto intangible que todos y todas las que acudimos a la feria nos llevamos de vuelta a casa: la satisfacción de saber que un proyecto social tan importante crece con fuerza y que la alternativa a un capitalismo obsoleto vive con nosotros y nosotras y es parte de nuestro día a día.
Os dejamos el vídeo que nos grabaron en la feria.