CONTRA CUMBRE G7: Por el empleo, el medioambiente y la salud, paremos el tratado UE-MERCOSUR

El pasado fin de semana se celebró la cumbre del G7 en Biarritz, Iparralde (País Vasco francés), donde se reunieron los dirigentes de 7 potencias económicas occidentales (Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón y Reino Unido), además del presidente del Consejo Europeo y varios invitados especiales.

Apoyando el libre comercio, la desregulación y la austeridad presupuestaria, los estados del G7 han fomentado las desigualdades sociales hasta niveles a los que jamás habían llegado en los últimos cien años. Las cumbres del G7 son un símbolo de la supremacía de las grandes potencias occidentales, y se celebran al objeto de encauzar los mejores compromisos para los intereses del capitalismo. Las políticas económicas y financieras que se les imponen a los demás países se deciden en base a esos compromisos.

 

En este contexto y bajo el lema “creando otro mundo desde Euskal Herria” se celebró la contra cumbre del G7 en varios espacios de Irun y Hendaia durante toda la semana, movilizando a la sociedad para defender otros modelos y construir otras salidas contra el cambio climático, por el derecho a la movilidad, por los derechos de la clase trabajadora, desde el feminismo, por la diversidad cultural y lingüística, contra la guerra y a favor de la paz, así como diversas iniciativas autogestionadas.

Entre 98 talleres y conferencias organizadas a lo largo de los tres días, desde Economistas sin Fronteras asistimos a la conferencia “Por el empleo, el medioambiente y la salud, los movimientos sociales y parlamentarios, paremos el tratado de libre comercio UE-MERCOSUR”, ya que hemos participado activamente en las plataformas contra el TTIP (Tratados de Comercio e Inversión) y el CETA (Acuerdo Integral de Economía y Comercio) durante los últimos años. 

Las personas intervinientes de la conferencia fueron los siguientes (de izquierda a derecha): Roberto Uriarte (diputado de Unidas Podemos), Luciana Ghiotto (Attac Argentina) y Paul Dupret (asesor del grupo GUE/NGL para comercio internacional), moderadas por Pernando Barrena (MPE por EH Bildu en el GUE/NGL).

Pernando Barrena introdujo la conferencia hablando del recién pactado acuerdo UE-MERCOSUR, el cual permite el libre comercio de bienes entre la Unión Europea y Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay. Aunque desde los gobiernos lo vendieron como una gran victoria después de 20 años de negociaciones, los ganadores son el capital transnacional y la especulación, mientras que la clara perdedora es la clase obrera.

Como apuntaba Luciana Ghiotto, la preocupación del pueblo Argentino es notable debido a los aspectos comerciales del tratado. La liberalización del 91% de la oferta comercial del país implica la necesidad imperante de adaptarse al comercio global reordenando su productividad y aumentando su competitividad sin ningún apoyo del estado, previendo la desaparición de miles de puestos de trabajo en sectores como el automotor. Además, se prevé también una pelea dentro del bloque Mercosur por ver cuál de los países exporta una mayor cantidad de carne, por ejemplo. Ghiotto destacaba la irracionalidad de los tratados de libre comercio, los cuales quitan los aranceles a productos que ya existen en el país de destino y que por lo tanto perjudican a las trabajadoras locales de forma completamente innecesaria. 

Un aspecto que señaló la activista de Attac y en la que después incidió Paul Dupret fue en la relación de los actuales incendios del Amazonas con los Tratados de Libre Comercio (TLCs). Estos tratados obligan a las personas agricultoras a aumentar su producción con el objetivo de rebajar costes y precios y así aumentar su competitividad, cuya consecuencia es la “productivización del Amazonas” y su consiguiente deforestación deliberada. Por otro lado, Dupret habló sobre los riesgos sanitarios que conlleva el tratado UE-MERCOSUR, ya que se introducirán en la UE alimentos provenientes de otros países que no habrían pasado los controles de calidad en Europa. Hablamos, por ejemplo, de que la tasa de tolerancia del agua en Brasil es 4.000 veces mayor que en la UE, o que el 74% de los pesticidas utilizados en Brasil están prohibidas en la UE. Además, el asesor francés recordó que uno de los principios de la Unión Europea es no firmar acuerdos con países en los que se dan casos de violación de Derechos Humanos, con lo cual está quebrantando este principio al firmar el acuerdo UE-MERCOSUR.

Roberto Uriarte, el tercero de los ponentes en tomar la palabra, tomó la perspectiva semántica de los TLCs, explicando que no existe el libre comercio como tal. Apuntaba que el libre comercio requiere libertad e igualdad, algo de lo que carecen estos tratados, ya que perpetúan las relaciones de poder de las grandes corporaciones al servicio de la pobreza de la población mediante salarios, precios y productos basura. Tal y como definía Uriarte los TLCs, se trata de una “imposición de condiciones de superioridad de los lobbies que compadrean con las entidades públicas en perjuicio de las personas trabajadoras, las consumidoras y el planeta”. El G7, a su vez, reproduce el sistema hegemónico que reduce libertades y perpetúa desigualdades.

Pero la conferencia no solo trató de las inminentes consecuencias, sino también de lo que podemos hacer las y los ciudadanas/os para frenar la firma del acuerdo UE-MERCOSUR. Aunque las negociaciones hayan llegado a buen cauce, cada estado de la Unión Europea debe aceptar o rechazar la firma del tratado, y por lo tanto está en nuestras manos apoyar la campaña contra el UE-MERCOSUR para que nuestros dirigentes políticos echen para atrás este acuerdo. 

Como apuntaba Luciana Ghiotto, desde la firma del NAFTA hace 25 años se han firmado 230 tratados que protegen los privilegios corporativos. De todos los beneficios que prometían nuestros políticos a raíz de estos acuerdos, ¿cuáles de ellos hemos percibido realmente? Siguiendo el ejemplo de Ecuador, debemos exigir a nuestros gobiernos una auditoría de los TLCs para analizar las consecuencias e impactos de los mismos y comprobar si se cumplieron sus objetivos.

Además, una de las formas de evitar la huella ecológica que crean los TLCs es reactivando la economía local, apoyando el consumo local, consciente y responsable como llevamos haciendo en Economistas sin Fronteras desde nuestros inicios. Si quieres saber más, entra en la página de REAS Euskadi y de Saretuz, la red de consumo consciente y transformador de Donostia. Además, la campaña contra el TTIP realiza un llamamiento a la acción para el 11-19 de octubre. Síguenos en Facebook para seguir de cerca esta y la campaña contra el acuerdo UE-MERCOSUR.  

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