Crónica #OtraEconomíaEstáenMarcha

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Es difícil no perderse entre tanto conocimiento, tanta pedagogía y tantas ganas de cambiar el mundo inculcadas en apenas día y medio. Pero sarna con gusto, dicen que no pica… Y no picó.

¡Empezamos! Las III Jornadas “Otra Economía está en Marcha” organizadas por Economistas sin Fronteras han sido todo un éxito para aquellas que estábamos sedientas de recibir una formación crítica de la economía. El menú no pudo comenzar con mejor pie: Stefano Prato, gran economista, mejor veterinario y admirable persona, construyó un marco imprescindible para poder entender todo lo que íbamos a tratar en las diferentes ponencias. Como agente implicado en la construcción de la Agenda 2030, destripa las entrañas de un sistema basado en estructuras patriarcales, en la “corrupción de la ciencia” al servicio de las grandes corporaciones, la pérdida continua de democracia y la excesiva financiarización de la economía. De manera políticamente incorrecta afirma que la cultura del miedo y la violencia provoca que reaccionemos de forma instintiva, sin pensar, sin reflexionar… Y eso, sumado al proceso de deshumanización de las relaciones humanas (aunque ahora estemos más interconectados que nunca), alimenta a la gran élite empresarial que nos gobierna. “Stop thinking about poverty. Start thinking in inequality.” “¿Cuál es nuestro papel como economistas? Tenemos que reclamar la Economía como una ciencia social”. Es el primer paso que Stefano Prato insta a que demos, para luego seguir construyendo alternativas y poder mirar la Agenda 2030 desde el punto de vista radical y progresista y no quedarnos solo en el papel que presentan los políticos que turno, porque ya sabemos que el papel lo aguanta todo. Turno de Los Econoplastas. Ha sido uno de los más gratos descubrimientos de las jornadas. Su labor de acercar la economía de las personas a las estudiantes de secundaria es sumamente imprescindible, y la forma que tienen de hacerlo es espléndida. Con publicaciones como Cuentos chinos de la economía o Economía eres tú, nos cuentan que lo ideal sería que la próxima etapa de la economía post-capitalista que está por venir sea el econoplastismo. Y creo que con su actuación y su Cuento de la lechera versión “econoplasta” nos convencieron de sobra. Análisis de los problemas glocales

Son ocho horas de viaje a la espalda, y aunque Stefano Prato y los Econoplastas nos dejan con ganas de más, nos espera un merecido descanso para afrontar con energía la jornada del sábado, que empezó con la mesa redonda sobre Economía y Poder. Itziar Ruiz-Giménez, profesora de la Universidad Autónoma de Madrid, conversa con nosotros sobre El poder en el mundo, y para ello nos invita a ponernos diferentes gafas con las que veremos desde diferentes perspectivas los problemas globales. “No hay que entender la lucha de poder entre EEUU y la UE, sino que hay que entender la batalla de ideas de la élite capitalista heternormativa, heteropatriarcal y, todavía, conformada por blancos”. Nos recuerda cómo todas las decisiones tomadas por estas élites político-económicas (a las que ella compara con un príncipe) siguen la lógica de la acumulación por desposesión, y que, contra ello, hay que entender la economía desde un punto de vista donde las mujeres y los hombres sean el centro. “Hay que crear cadenas globales de cuidados”. “Conocimiento es poder.” José Medina, de La Mundial, analiza el papel de las empresas transnacionales en la construcción de la Agenda 2030. Afirma que dicha Agenda es de tinte neoliberal pero que se pueden rescatar puntos que no lo son tanto. Esto es motivo de debate entre el público presente. Nos presenta el neoliberalismo como estructura de poder, como opción económica y como forma de gobierno, explicando cada una de sus facetas con ejemplos vividos por él mismo. En uno de ellos desmontó el propósito de la Agenda 2015 donde se afirmaba que se escucharía a todos los agentes sociales con igual interés que a las corporaciones, teniendo que presenciar cómo una actividad organizada por su asociación fue ninguneada por representantes institucionales que prefirieron escuchar lo que T. Reuters tenía que decir. “¿Cómo dar batalla a las empresas? Frente a la estructura de poder, construir democracia; frente a la opción económica, construir progreso sin crecimiento; y frente a la gestión política, construir ciudadanía.” Es momento de hablar de Sociedad civil y poder, con Ignacio Martínez Martínez, de la UPV/EHU. “Transnacionalizar”. Es la palabra clave de su ponencia, donde con mucho pudor y respeto reconoce no estar de acuerdo con Eduardo Galeano al afirmar que “mucha gente pequeña, en lugares pequeños, haciendo cosas pequeñas, pueden cambiar el mundo”, sino que la lucha tiene que transnacionalizarse para adaptarse a las circunstancias de un sistema hecho a las élites empresariales. No duda tampoco en que la Agenda 2030 será la Agenda de la Sostenibilidad en tanto que nosotros mismos la interpretemos como tal y asumamos nuestro papel. El colofón de la jornada matutina lo pone Víctor Alonso Rocafort, del Colectivo Novecento. Hablará de La persistente crisis de la democracia, y la pregunta sobre la que gira su ponencia es: ¿vivimos en una democracia o en una oligarquía? “En la Antigua Grecia, las elecciones se entendían como oligárquicas, mientras que la democracia era por sorteo.” Este apunte histórico pone de manifiesto dos cosas: primero, que los problemas de hoy en día no son ni mucho menos novedosos, sino que ya Platón, Aristóteles y demás autores de la época habían escrito sobre ello; y segundo, lo mal entendida que tienen la democracia muchos de los agentes que hoy nos gobiernan, pues bajo la excusa de que se celebran elecciones se esconde una supranacionalización excesiva que externaliza las decisiones más relevantes para el conjunto de la sociedad a pequeños grupúsculos de hombres blancos influyentes enchaquetados que no han sido elegidos por nadie. “Somos seres políticos, tenemos la capacidad de pensar y expresarnos”, por eso basta ya de representación elitista, basta ya de arrogancia oligárquica que cree que por tener los recursos y el dinero tienen que gobernar ellos. Sin duda alguna, una mesa redonda impecable, tanto por sus protagonistas como por sus enseñanzas. El debate posterior no fue baladí, y la siguiente cita lo demuestra: “[En la organización de la sociedad] juega un papel fundamental el miedo a lo desconocido, sobre todo a otras culturas. Tengamos miedo de la oligarquía, no de “los diferentes.” Y… ¿cuáles son las alternativas? La segunda mesa redonda de la jornada trata sobre Repensar la Economía. Todas estamos deseosas de escuchar alternativas, queremos un dato clave, un argumento indiscutible, una solución rápida y eficaz que nos devuelva la soberanía sobre nosotras mismas. Pero asumimos al mismo tiempo que no hay magos entre los presentes, pero sí alquimistas de la esperanza y de la lucha, porque de eso saben un rato quienes se sientan en el estrado. La economía ecológica es la primera de las alternativas que se nos proponen. Óscar Carpintero, de la Universidad de Valladolid, presenta un gráfico que ejemplifica perfectamente esta filosofía:

Como se puede apreciar, ambas concepciones de la economía son antagónicas por completo. La economía ecológica se plantea como un sistema abierto, interdisciplinar y de respeto y sostenibilidad con el planeta. ¡Hasta hablamos de Termodinámica! La primera ley de esta disciplina establece que “la energía ni se crea ni se destruye, sólo se transforma”; y la segunda ley nos habla del crecimiento de la entropía del universo (entendiéndose el universo como la totalidad de los agentes implicados en un proceso) ante procesos irreversibles. ¿Y qué tiene que ver la Termo con la economía ecológica? Si hablamos de residuos y de reciclaje, la cosa cambia… En la economía ecológica se imita el modelo de producción de la Biosfera: en la naturaleza no hay residuos. “Nuestra sociedad es adicta al crecimiento y al consumo”, afirma Óscar, quien nos presenta datos sobre la relación entre el Índice de Desarrollo Humano (IDH) y la Huella Ecológica de los países. Vaya, tenemos sorpresas en este gráfico… Quizás haya un modelo que provoque un IDH alto y una huella ecológica baja. Tenemos una baja entre las ponentes: Carmen Castro y la economía feminista. He de reconocer que era una de las charlas que más me interesaban y a la que iba con las lecturas más que leídas, pero, aunque fue una decepción no tenerla entre nosotras, la profesora María Eugenia Rodríguez Palop mantuvo el listón altísimo y suplió perfectamente la ausencia de Carmen Castro. Nos habló sobre la economía de los comunes, y haciendo gala de su faceta jurista, nos introdujo en su mundo para explicarnos por qué debe existir una norma que regule el uso de los bienes comunes, por qué debe existir una política no-institucionalizada, y por qué hay que primar el valor de uso frente al valor de cambio, entre muchas otras cosas.

“Son pilares para defender el bien común la democracia, la justicia social y el autogobierno. (…) Hay que evitar el corporativismo y la expertocracia”. María Eugenia concluye con las siguientes claves: reformular el Estado social productivista, patriarcal y colonial; redistribuir la riqueza (implicando eso limitar la propiedad privada); descentralizar e internacionalizar; y, por último, municipalizar. Con eso nos quedamos para reflexionar mientras comemos, no sin ante haber dialogado con los dos ponentes sobre las alternativas propuestas. Una vuelta a la realidad: dialoguemos Una dosis de realidad es necesaria para volver a ubicarnos entre tanta idea de cómo cambiar el mundo. Pablo Martínez Osés, especialista en Cooperación Internacional y Desarrollo, y Carlos Sánchez Mato, concejal de Economía y Hacienda en el Ayuntamiento de Madrid, nos aguan la fiesta en el mejor de los sentidos. ¿Hasta dónde podemos llegar desde lo local? Es la pregunta sobre la que gira este interesante diálogo, en el que analizamos la deuda del Ayuntamiento de Madrid y su solvencia. ¡Quién diría que no es una deuda impagable! ¿O sí? El propio Carlos reconoce que para pagarla, según la propia Constitución Española y su artículo 135, hay que renunciar a gastos sociales… ¿Y qué pasa con los contratos públicos? El concejal de Ahora Madrid nos explica las incongruencias de la norma en cuanto a este asunto también: si se contrataran a 12 ingenieros para el mantenimiento de los servicios informáticos del consistorio se ahorrarían los diez millones de euros que cuesta ahora mismo el mantenimiento “externalizado”. ¿Quién podría impedir tamaño ahorro? Nada más y nada menos que el gobierno central, que no permite crear puestos de trabajo en la administración. Con un 0’3% de personas a las que se les ha subido un impuesto, se han incrementado los ingresos en 145 millones de euros y se ha podido complementar con la merma de ingresos producida por una bajada de impuestos a destiempo provocada por el anterior gobierno. Movimientos sociales: la lucha de la ciudadanía Terminamos estas jornadas con una mesa redonda sobre movimientos sociales en un mundo global. Con los cambios de última hora, se suben al estrado Erika González en representación del Observatorio de Multinacionales en América Latina (OMAL), Iolanda Fresnillo de la Plataforma Auditoría Ciudadana de la Deuda, y Ricardo García, portavoz de ATTAC España. Es emocionante conocer de primera mano la existencia del llamado “Tratado Internacional de los Pueblos para el Control de las Empresas Transnacionales”, desgranado y explicado con todo detalle y entusiasmo por Erika González. Hace un llamamiento a la resistencia ante las grandes empresas, a la regulación por parte de los gobiernos y a la alternativa como sociedad civil. Con Iolanda Fresnillo corroboramos el poder que ostentan las grandes corporaciones y entes supranacionales con los Estados a través de la deuda, usada como “palanca de desposesión” que merma la soberanía de los pueblos. “La deuda es un problema sistémico inherente al sistema capitalista”. Se nos abren los ojos ante las injusticias que la deuda provoca, siendo ésta tristemente un “mecanismo de desposesión medioambiental” hoy en día. Pero, ante todo, Iolanda afirma rotundamente: “no todas las deudas se pagan. Hay deudas ilegítimas”. Y no podíamos acabar con mejor compañía que la de Ricardo García en nombre de la ATTAC España. Nos habla también de la Plataforma de Justicia Fiscal, de cómo es un éxito que la mayoría de la población europea sepa al menos qué es la “tasa tobin” y de cómo dicho impuesto es un paso más en el camino de la justicia fiscal, frenando drásticamente la especulación financiera que tanto daño hace a las personas. Recordamos con Ricardo algo que se nos suele olvidar y que demuestra como cala el discurso liberal hasta en los ámbitos más reticentes a esa línea de pensamiento: “Los servicios públicos son derechos, no servicios.” Conclusión Hasta aquí llega lo que he pretendido sea un resumen de las jornadas y las diferentes ponencias que sirva para hacer aguas de los que no vinieron y por supuesto, para animar implícitamente a todas aquellas personas que tengan inquietudes sobre la economía desde un punto de vista social a apuntarse a las jornadas venideras y demás actividades de la misma índole. Muchas gracias a todas las organizadoras por hacer posible un espacio de reflexión y pensamiento crítico en un contexto tan prohibitivo y superficial. Nos veremos pronto, un sincero abrazo.

Daniel Rodríguez y Pérez de Arenaza

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