Por Luis Sordo.
¿Qué transiciones son necesarias para construir una Economía al servicio de la vida? Entorno a esta pregunta se generó toda una serie de propuestas y estrategias en el transcurso de “V Laboratorio de economía de paz, derechos humanos y empresa vasca” que Gernika Gogoratuz llevó a cabo en colaboración con EhuGune, REAS Euskadi, Economistas sin Fronteras y la Coordinadora de ONGD de Euskadi el pasado 23 de mayo en Bilbao.
Llevamos haciendo diagnósticos sobre la situación ecológica desde hace por lo menos 50 años, y seguimos en ello porque parece que da vértigo tantear las alternativas. En los últimos 200 años hemos contado con la rareza histórica de las energías fósiles y del petróleo en particular que ha construido toda una cosmovisión. Después de muchos debates se ha llegado a una especie de consenso de transitar a otro tipo de fuentes. Con este mensaje empezaba su ponencia Álvaro Campos, doctor en Ingeniería Térmica.
Álvaro Campos explicaba que el petróleo es una energía acumulada durante 300, 400 millones de años, y que es el resultado de una capacidad de relacionarnos con el tiempo única. Ahora mismo tenemos que pasar a disponer de la energía al ritmo al que nos llega, utilizando tecnologías para aprovechar el flujo solar. La economía solar va a contar con mucha menor disponibilidad de energía, y el hecho de cómo se gobierne esto es realmente el nudo gordiano, ya que hay una inercia en pensar que se sólo se trata de un cambio de fuentes de energía y hay que romper con las falsas soluciones.
Álvaro cree que la necesaria transición de reducir el consumo de energía se va dar de una manera u otra: bien organizándola adecuadamente, o bien mediante guerras, catástrofes, etc. Piensa que reducir el tamaño de la economía tendrá unas implicaciones de gobernanza muy fuertes, y permitirá entrar a muchos más actores: las instituciones van a cambiar y la distancia entre donde vivimos y los espacios donde se decide van a tener que cambiar también.
A continuación Marian Díaz, Presidenta de REAS-Euskadi, comentó que la economía alternativa ya fue creando camino para encarar los nuevos escenarios. La necesidad de transiciones no es algo nuevo para la Red de Economía Alternativa y solidaria. Surgió hace 20 años y ya entonces había otras economías críticas como la economía ecológica o la feminista que pronosticaban el colapso del sistema.
Si hay una economía que ya practicaba estos valores, y que se preocupa por el «habitar» es precisamente la economía alternativa y solidaria (ESS). Es un ejemplo modesto de que otra economía es posible y que propone las transiciones necesarias para ello:
Ecologizar la economía y la sociedad: con experiencias de cooperativas de comercialización, distribución, o generación de energías renovables; creación de comunidades energéticas locales; gestión de residuos, recuperadoras, reciclaje…..
Economía de los cuidados: impulsando una nueva organización social de los cuidados que garantice el derecho al cuidado de todas las personas en condiciones dignas y como responsabilidad compartida por el conjunto de la sociedad.
Impulsar un cambio en el sistema productivo que garantice el bienestar personal y comunitario y que ponga a las personas en el centro de la actividad económica, a las comunidades y sus necesidades. Realmente, para vivir bien ¿necesitamos producir todo lo que estamos produciendo ahora?
La economía social y solidaria (ESS), según Marian, no es sólo una visión ideal, sino que hay personas que ya trabajan construyendo cooperativas y organizaciones que se rigen por otros valores y que son capaces de suministrar, y ofertar productos, bienes, servicios de otra manera, teniendo en cuenta los límites del planeta. Para ello, la ESS enlaza con otras economías alternativas, con otros movimientos sociales, también porque sabe que son pequeñas y solo uniéndose con otras organizaciones que sean conscientes de la necesidad de las transiciones podrán llegar a algún sitio.
Ambas ponencias tuvieron lugar en el transcurso del “V Laboratorio de Economía de paz, derechos humanos y empresa vasca” que Gernika Gogoratuz llevó a cabo en colaboración con EhuGune, REAS Euskadi, Economistas sin Fronteras y la Coordinadora de ONGDs de Euskadi el pasado 23 de mayo en Bilbao