Los paseos de Jane recorren el céntrico barrio madrileño para dar visibilidad a su importante entramado social
En el marco de la Universidad del Barrio, Fuhem, Economistas Sin Fronteras, Salmón Contracorriente y Teatro del Barrio celebran un recorrido urbano por uno de los barrios con mayor raigambre asociativa de Madrid.
Por Marta Molina.
Jane Jacobs nunca conoció España pero, si hubiera tenido oportunidad, habría disfrutado de lo lindo del paseo que desde la Universidad del barrio, junto a Salmón Contracorriente, Economistas Sin Fronteras, Fuhem, y el Teatro del Barrio celebramos el pasado 6 de mayo en uno de los espacios con mayor raigambre asociativa de Madrid, Lavapiés.
El barrio elegido para la edición 2019 de los Paseos de Jane en Madrid, que cada año se celebran en homenaje a la activista y urbanista estadounidense, es uno de los ejemplos más concretos de la gentrificación urbana. Una tendencia que, por cierto, Jane Jacobs supo anticipar con exquisito atino en los años 70.
Jane Jacobs, autora del aclamado Muerte y vida de las grandes ciudades, ha servido por tanto de inspiración para un caminar consciente, colectivo y político entre las calles de un barrio que, por interés turístico y urbanístico, sufre un fenómeno que desplaza a su población originaria por otra de mayor poder adquisitivo.
Economistas Sin Fronteras, Fuhem, la Universidad y el Teatro del Barrio reunieron el primer fin de semana de mayo a una veintena de personas en un recorrido orquestado en torno a algunas de las múltiples inquietudes urbanísticas de este barrio: cultura autogestionada, gentrificación, consumo sostenible, libros libres y anarquismo que encarnan respectivamente el Teatro del Barrio, Argumosa 11, Supercoop y La Magdalena. Los lugares visitados son espacios de resistencia a esta tendente gentrificación, trincheras donde se construye comunidad, desde las que se conciencia pero también desde las que se cuida a las partes, los vecinos, de este todo, el barrio, Lavapiés.
Teatro del Barrio
Con una primera parada en el Teatro del Barrio, el grupo curiosea los anuncios de actividades que cuelgan de las paredes de esta sala de tres paredes. El Teatro nace de la voluntad política de sus fundadores, compartida por cientos de decenas de personas con interés en construir otra forma de convivir. Teatro, música, poesía, baile, talleres de formación artística y la Universidad del Barrio, de la que emanan los cursos de Economía Social, en los que se enmarcan estos Paseos como una actividad formativa más. El Teatro es una cooperativa de consumo cultural, donde los socios insunflan la energía para que la cultura continúe ensenándonos a convivir. El proyecto no tienen ningún ánimo de lucro, basta con hacerlo viable.
Argumosa, 11
Llegar a Argumosa, 11 es revivir las dramáticas escenas de aquella soleada mañana de febrero en que las inquilinas e inquilinos del número 11 de la calle con más bares de Lavapiés fueron desahuciados de sus viviendas. El bloque se convirtió en un plató, en el plató de los desahucios. Decenas de policías nacionales, patrullas, lecheras – “y hasta un helicóptero”, recuerda Juani, apostada en la puerta de entrada del que hasta ese día fuera su edificio- y una acción digna de película retransmitida en directo por los medios de comunicación, por los del barrio pero también por los generalistas, menos atentos a lo que acontece en arterias tan pequeñas de la ciudad.
En 2015, Proindivisos, un pequeño fondo de inversión, adquirió un 33% del bloque, propiedad de los herederos de Máximo Aguado. Comenzaron entonces una serie de desahucios que fueron dejando el descansillo regado de puertas tapiadas. Muchos de los vecinos decidieron quedarse y resistir ante la imposibilidad de encontrar una alternativa que les permitiera mantener los lazos sociales formados durante toda una vida en su barrio. Hasta aquel 22 de febrero, estos últimos vecinos habían logrado evitar distintas situaciones de desahucio en el último año, convirtiéndose en un símbolo para los activistas por una vivienda digna en la capital.
Un potente dispositivo policial hizo finalmente fútil su resistencia. Desde entonces, esperan en hostales y albergues a que el Ayuntamiento de Madrid les ofrezca una alternativa habitacional en régimen de vivienda social. Los jueces hicieron oídos sordos al documento de la ONU que pedía parar el desahucio y orquestaron un impresionante desalojo múltiple.
Lavapiés fue catalogado en septiembre pasado de barrio más cool del mundo por la revista cultural Time Out. La turistificación de su espacio, a espaldas del Museo Reina Sofía y a escasos pasos de la estación de Atocha o la Puerta del Sol, lo han convertido en una golosina para quienes especulan con la vivienda y hacen dinero con ese turismo moderno que se pasea en bambas, a medio tiempo entre un yuppie y un hipster.
El Sindicato de Inquilinas de Madrid, el colectivo vecinal Lavapiés ¿Dónde vas?, y la Plataforma de Afectados por la Hipoteca han puesto el foco sobre esta comunidad como ejemplo de resistencia contra la actividad de buitres en forma de fondos y otras especies de especuladores del suelo ávidos de subidas del 300% en la mensualidad del alquiler.
SuperCoop
De la vivienda a la comida, otro derecho fundamental recogido en nuestra Constitución, y al que SuperCoop, iniciativa que está a punto de ver la luz en el renovado Mercado de San Fernando, quiere dar un espacio preferente, también, en el barrio.
Paqui Roncero es portavoz del Grupo Motor del que nace esta cooperativa con forma de supermercado a la que le quedan pocos meses para nacer y dónde se podrán comprar alimentos y productos ecológicos, artesanales y convencionales que responderán a dietas diversas y a las necesidades culinarias del barrio, a un precio asequible y sostenible con el medio ambiente y el entorno social del barrio.
La procedencia, la elaboración, el empaquetado, el desperdicio, pero también los residuos y su reciclado han sido tenidos en cuenta con especial mimo en este proyecto que nace a imagen y semejanza de iniciativas que acreditan una trayectoria de éxito en Navarra, Francia y Estados Unidos.
La idea, como explicó Paqui Roncero a los paseantes, está inspirada en el Park Slope Food Coop de Nueva York, fundada en 1973 para ofrecer a los residentes de Brooklyn la mejor comida a precios razonables.
Local Magdalena
Nos despedimos de Supercoop en los bajos de San Fernando y tomamos la empinada calle Embajadores a paso ligero hasta alcanzar la cafetería del Teatro Pavón. A pocos pasos, torciendo a la derecha, el Local Anarquista Magdalena es un bullidero de actividad. Las librerías empapelan las paredes cuyos escasos huecos libres son ocupados por cartelería de libre procedencia. Un abogado laboralista presta de manera libre y gratuita asesoría en materia de mercado laboral, distintos colectivos toman prestado el espacio para actividades varias y hay noches en que este lugar da cobijo a un grupo de carteo con presos. El local toma el nombre de su anterior ubicación en la calle Magdalena, desde donde hubo de trasladarse hasta la actual Dos Hermanas, 11, de nuevo a causa de la especulación del suelo tras finalizar el anterior contrato de renta antigua.
El grupo se disgrega en un barrio donde ya ha oscurecido. Los vecinos retornan a sus domicilios, tras el trabajo y el alterne, mientras los turistas comienzan a salir de sus hoteles y alquileres Airbn a contracorriente de aquel Lavapiés que pasea por y con conciencia.