MARIANA MAZZUCATO

Esta economista italoestadounidense, nació en Roma en 1968. Profesora en Economía de Innovación y Valor Público es directora del Instituto para la innovación y Propósito Pública en University College London y el RM Phillips Chair en Economía de Innovación en la Universidad de Sussex. Es miembro del Scottish Government’s Council Economics Advisors; miembro del consejo del Foro Económico Mundial en la Economía de Innovación.
Ha pasado la mayor parte de su vida en Estados Unidos, su investigación se centra en la relación entre los mercados financieros, la innovación y el crecimiento económico. También ha estudiado la desigualdad, estudiando el concepto de valor en nuestra sociedad. Asimismo ha puesto en valor el papel del Estado como actor en la innovación para mejorar la vida de los ciudadanos y la colectividad.
- 2014. Premio New Statesman SPERI Prize in Political Economy por su trabajo sobre el estado emprendedor y la innovación en el sector público.
- 2016 Premio Hans Matthöfer por Friedrich-Ebert-Stiftung
- 2018. Premio Leontief por avanzar en las fronteras del pensamiento económico.
- 2019. Premio Madame de Staël de Valores Culturales de todas las Academias Europeas
- 2022 Doctora honoris causa por la Universitat Oberta de Catalunya.
Misión economía: Una guía para cambiar el capitalismo
Mazzucato nos hace reflexionar sobre un nuevo tipo de economía: una economía que trabaje para el bien común. Aunque es importante y hay que trabajar por ello, no basta por ejemplo, con redefinir el PIB incluyendo el valor de los “cuidados no pagados”, o poner impuestos a la riqueza; se necesita un cambio profundo. Estas acciones son insuficientes si no damos respuesta al gran reto de definir y contabilizar la contribución colectiva a la creación de la riqueza.
Confundir precio con valor y dejar en manos de los mercados la determinación de ese precio, tiene consecuencias nefastas. Esa identificación de precio con valor, incentiva a las empresas a poner en primer lugar a los mercados financieros y a los accionistas, ignorando la creación de valor como un proceso colectivo. Muchos gobiernos, según cree Mazzucato, han sido persuadidos para que reduzcan el impuesto a las ganancias del capital o a los beneficios generados por monopolios de 20 años sobre patentes, sustrayendo valor de la economía y haciendo que el futuro sea más complicado para la mayoría de la ciudadanía.
Otra imprecisión a eliminar que apunta Mariana, es la de confundir beneficios con rentas. Este hecho tiene su reflejo en la forma en que se mide el crecimiento, es decir en el PIB. Es absurdo que, por ejemplo, si se habla de medio ambiente, limpiar la contaminación aumenta sin duda el PIB, mientras que un medio ambiente más limpio no lo hará necesariamente. Lo mismo ocurre en el mundo de las finanzas donde no se distingue entre servicios financieros que satisfacen la necesidad de crédito a largo plazo de la industria, de los servicios financieros que simplemente alimentan otras partes del sector financiero.
Mazzucato nos presenta una nueva visión de los mercados. Para ella son unidades conformadas por la sociedad en su conjunto y que resultan de procesos multiagentes en un contexto específico. Si vemos los mercados de esta forma también cambiarán nuestras ideas acerca de las políticas del Gobierno. Estas pueden producir resultados positivos para toda la ciudadanía, como un crecimiento verde y una sociedad que cuida más y cuyos cuidados influyan en el tipo de infraestructura social y física que se construya.
Una transformación verde requiere no solo infraestructuras verdes, sino una clara visión de lo que significa vivir una vida verde
MARIANA MAZZUCATO- 2014 El Estado emprendedor. Mitos del sector público frente al privado
- 2019 El valor de las cosas. Quién produce y quién gana en la economía global
- 2021 No desaprovechemos esta crisis. Lecciones de la COVID-19
- 2021 Misión economía: Una guía para cambiar el capitalismo
Con las reflexiones que nos presenta Mazzucato en este libro me quedan claras dos cosas. Por una parte, el deseo de crecimiento y enriquecimiento de ciertos sectores ha hecho que se tomen decisiones que han afectado de forma muy negativa a la ciudadanía. Por otra parte, que la valoración de las “cosas” la deberíamos dar los ciudadanos dependiendo de cómo nos afectan en nuestra vida cotidiana. Si los cuidados y el medio ambiente, en definitiva la Vida, es lo más importante para nosotras, el Gobierno tiene que dar respuesta a las necesidades de la mayoría social.
La pregunta clave es qué dirección debería tomar la economía para beneficiar al mayor número de personas. Es necesario preguntarse qué clase de actividades añaden valor a la economía y apostar por ellas. No es trágico un déficit fiscal alto, al contrario, el Estado se puede endeudar pero teniendo clara la necesidad de crear crecimiento a largo plazo con sus inversiones y repartiendo el beneficio obtenido entre toda la ciudadanía.
Como ella pienso que hay “esperanza de que puede construirse un futuro mejor”.