Mujeres que replantean la economía
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VIRGINIA EUBANKS

Nació en Estados Unidos en 1972. Obtuvo una Maestría en Ciencias en Comunicación y Retórica en el Instituto Politécnico Rensselaer en 1999 y un Ph.D. en Estudios de Ciencia y Tecnología en 2004.

Es Profesora asociada de Ciencia Política en la Universidad de Albany, SUNY.

Fue miembro fundadora del proyecto Our Data Bodies y miembro de New America en 2016. Eubanks también cofundó los Talleres de Tecnología Popular, que sirvieron como un lugar para que la gente común se reuniera para definir y combatir las injusticias sociales, económicas y políticas de la era de la información. En 2005, fue miembro fundadora de Our Knowledge, Our Power (OKOP), un grupo de derechos sociales y justicia económica, organización miembro de la Campaña de Derechos Humanos Económicos de los Pobres (PPEHRC) hasta que se disolvió en 2015.

  • 2019 Ganadora del premio Lillian Smith Book Award
  • 2019 Ganadora del Premio del Libro del Centro McGannon
  • 2018 Seleccionada para el premio Goddard Riverside Stephan Russo Book Prize for Social Justice

AUTOMATIZANDO LA DESIGUALDAD

En el libro “Automatizando la desigualdad”, la autora nos explica cómo la minería de datos, las políticas del algoritmo y los modelos predictivos contribuyen a aumentar la injustica social en EE. UU. Lo hace en modo excelente a través del relato de dramáticas historias individuales, enriqueciéndolo con un repaso del trato que se ha dado en ese país a la gente con menos recursos durante más de cien años.

La autora argumenta que hoy asistimos a un desarrollo intensivo de lo que llama el “hogar digital de los pobres” cuyo verdadero objetivo es, y ha siempre sido desde 1820: perfilar, vigilar y castigar a los pobres. Y, nos muestra como las herramientas digitales han incorporado la visión sancionadora y moralista de la pobreza en los EE. UU.

Eubanks desmonta las tesis de los defensores de la digitalización de los servicios sociales, los cuales afirman, entre otras cosas, que las herramientas de alta tecnología (en particular, los Big Data y la Inteligencia artificial) aportarían beneficios concretos a un siempre mayor número de personas y de manera más humana, gracias a la simplificación de las prácticas burocráticas, al aumento de la transparencia, a la reducción de los fraudes, a la disminución de los costes. Lo hace explorando en profundidad tres programas sociales muy diferentes, que demuestran en qué modo los sistemas más invasivos y punitivos están dirigidos a los pobres.

En Indiana, la privatización y la automatización del proceso de elegibilidad para el acceso a los servicios sociales, introdujo procesos administrativos increíblemente engorrosos impidiendo que las personas accedieran a los beneficios a los que tenían derecho y merecían. Los errores de un sistema mal diseñado eran atribuidos a la culpa de los solicitantes porque “no habían cooperado” (¡palabras textuales en los comunicados!) para establecer su elegibilidad al programa. El resultado fue la denegación de un millón de beneficios durante tres años.

En Los Ángeles, con el objetivo declarado de utilizar los recursos existentes en modo eficiente y colaborar eficazmente, los proveedores de servicios para personas sin hogar han adoptado un sistema basado en un algoritmo que calcula la vulnerabilidad comparativa de 60.000 personas sin hogar. La autora evidencia que la clasificación social funciona bien para aquellos en la parte superior e inferior de las calificaciones, pero, al momento de escribir el libro, 21.500 personas que no respondían a los parámetros no pudieron percibir ningún recurso. El sistema no solo excluye en base a criterios oscuros y discutibles, sino que además mantiene los datos durante años, sin límites de acceso para la policía. La autora plantea el peligro que la cantidad enorme de datos relevados sean utilizados para criminalizar a los pobres, especialmente a los que no responden a los parámetros de acceso a los recursos.

En Pittsburgh, una agencia de bienestar infantil utiliza un modelo estadístico para tratar de predecir qué niños podrían ser futuras víctimas de un abuso. La investigación detallada junto con los relatos permite a la autora poner en evidencia impactos preocupantes para los potenciales “beneficiarios”. Entre ellos, la autora destaca que las medidas de clasificación incluyen no solo los miembros de la familia estrecha del menor, sino que también a parientes, amigos y vecinos. Además, el modelo de predicción es intergeneracional, pudiendo comprometer el futuro de los menores y de sus hijos.

VIRGINIA EUBANKS

Las herramientas de alta tecnología tienen una autoridad incorporada y una pátina de objetividad que a menudo nos lleva a creer que sus decisiones son menos discriminatorias que las tomadas por los humanos

VIRGINIA EUBANKS
  • 2012. Digital Dead End: Fighting for Social Justice in the Information Age. MIT Press
  • 2013. Doing Data Science: Straight Talk from the Frontline. Coautora con R. Schutt. O’Reilly
  • 2014. Let Nobody Turn Me Around: Forty Years of Movement Building with Barbara Smith. Coautora con Alethia Jones y Barbara Smith. State University of New York Press
  • 2018. Automating Inequality. How High-Tech Tools Profile, Police and Punish the Poor. St. Martin Press, New York. Publicado en español por Capitán Swings en 2021

Mas de algún lector podrá objetar que a través de los relatos de vida, la autora no desarrolla con bastante rigor sus argumentos generales sobre la tecnología. Si bien es cierto, la riqueza de este libro es una investigación poderosa que nos invita a vigilar los procesos de transformación digital y sus potenciales impactos. Nos dice además que es posible hacerlo porque los sistemas son menos complicados y difíciles de entender de lo que parece. De hecho, Eubanks concluye con un cierto optimismo, afirmando que “los hogares digitales” pueden ser desmantelados gracias a las batallas que los movimientos sociales han ya empezado a dar y a una mayor atención para comprender estos sistemas y sus impactos sociales.

M A R I A  A L E J A N D R A  G U G L I E L M E T T I  A L V A R E Z – E C O N O M I S T A S  S I N  F R O N T E R A S